sobre el fenómeno #SumateaCristina .com http://fb.me/16SK2ykB4
“El blog reemplaza al aerosol”, titulaba el diario La Nación el martes 16 de octubre de 2007, a lo que seguía una crónica sobre el primer SumateaCristina.com que conocimos.
“Son ambiciosos: antes de diciembre quieren crear 3000 blogs. Dicen que será "el primer plan estratégico, político y militante de cibernautas argentinos", y que les permitirá "un inimaginable poder de comunicación", relataba el autor del artículo y, leyéndolo en este momento, cabe pensar si alguna vez imaginó la ola que se iba formando bajo superficie dentro de esa misma militancia.
Como toda historia, la del fenómeno de la ciberpolítica que ha protagonizado el SumateaCristina2011 en las últimas semanas tiene un inicio y queda casi rozando lo visionario.
En 2005, como bien lo señalaba aquel artículo, Sebastián Lorenzo fue uno de los jóvenes formados por la Fundación Jaime Vera, espacio de generación de dirigentes socialistas españoles, para encarar la tarea. Al poco tiempo, la Generación K abría el juego amplio a la cibermilitancia con un curso de formación para bloggers que buscó asistentes virtuales en todo el país. Los bloggeros terminaron vinculándose en redes, aunque el hilo de mediatez que hoy representa Twitter en ese momento no existía.
Esta revolución para muchos chubutenses tiene una cara conocida y es la de Fabricio Casarosa, quien ha desandado los últimos años tentando a nuevos cuadros no abrazados por la vieja militancia a sumarse al nuevo ruedo, con el entusiasmo de quien tiene algo nuevo entre manos. Hace unos meses, no fue entonces una sorpresa escuchar su nombre de boca de la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner durante su discurso en el cierre de campaña del Frente para la Victoria en Comodoro Rivadavia, agradeciendo la transmisión online que se hacía del encuentro.
De aquellos 800 bloggers de 2005 a los casi 14.800 miembros de la red social de militancia que es SumateaCristina.com hoy, el camino es senda de hormigas.
El salto de participación es cualitativo si miramos la foto-campaña presidencial de 2007 contra los datos que hoy publican los administradores de la red social: 8.000 fotos, 350 temas de discusión en los foros, 650 artículos en los blogs, 680 videos, 320 grupos temáticos, 100.000 visitas (con 10 minutos de estadía promedio) que ya han navegado por más de 600.000 páginas internas.En esos espacios, temas tan diversos como despenalización de tenencia de drogas, sociedad inclusiva, periodismo, arte y cultura, educación, ética, software libre, identidad de género, salud mental, adolescencia, ciencia y tecnología, acceso a la tierra, ambiente, comercio minorista o industrialización tienen voces que se encuentran para el intercambio.
Las estadísticas también patean techos en Twitter, el espacio mejor dominado por los pjdigitales, y las estadísticas hechas públicas hace unos días atrás ya muestran a @fabriCasarosa liderando los 20 principales influenciadores de las elecciones argentinas.
De acuerdo o no con las políticas de la actual gestión nacional, es innegable que en este paso han marcado el ritmo.
“Son ambiciosos: antes de diciembre quieren crear 3000 blogs. Dicen que será "el primer plan estratégico, político y militante de cibernautas argentinos", y que les permitirá "un inimaginable poder de comunicación", relataba el autor del artículo y, leyéndolo en este momento, cabe pensar si alguna vez imaginó la ola que se iba formando bajo superficie dentro de esa misma militancia.
Como toda historia, la del fenómeno de la ciberpolítica que ha protagonizado el SumateaCristina2011 en las últimas semanas tiene un inicio y queda casi rozando lo visionario.
En 2005, como bien lo señalaba aquel artículo, Sebastián Lorenzo fue uno de los jóvenes formados por la Fundación Jaime Vera, espacio de generación de dirigentes socialistas españoles, para encarar la tarea. Al poco tiempo, la Generación K abría el juego amplio a la cibermilitancia con un curso de formación para bloggers que buscó asistentes virtuales en todo el país. Los bloggeros terminaron vinculándose en redes, aunque el hilo de mediatez que hoy representa Twitter en ese momento no existía.
Esta revolución para muchos chubutenses tiene una cara conocida y es la de Fabricio Casarosa, quien ha desandado los últimos años tentando a nuevos cuadros no abrazados por la vieja militancia a sumarse al nuevo ruedo, con el entusiasmo de quien tiene algo nuevo entre manos. Hace unos meses, no fue entonces una sorpresa escuchar su nombre de boca de la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner durante su discurso en el cierre de campaña del Frente para la Victoria en Comodoro Rivadavia, agradeciendo la transmisión online que se hacía del encuentro.
De aquellos 800 bloggers de 2005 a los casi 14.800 miembros de la red social de militancia que es SumateaCristina.com hoy, el camino es senda de hormigas.
El salto de participación es cualitativo si miramos la foto-campaña presidencial de 2007 contra los datos que hoy publican los administradores de la red social: 8.000 fotos, 350 temas de discusión en los foros, 650 artículos en los blogs, 680 videos, 320 grupos temáticos, 100.000 visitas (con 10 minutos de estadía promedio) que ya han navegado por más de 600.000 páginas internas.En esos espacios, temas tan diversos como despenalización de tenencia de drogas, sociedad inclusiva, periodismo, arte y cultura, educación, ética, software libre, identidad de género, salud mental, adolescencia, ciencia y tecnología, acceso a la tierra, ambiente, comercio minorista o industrialización tienen voces que se encuentran para el intercambio.
Las estadísticas también patean techos en Twitter, el espacio mejor dominado por los pjdigitales, y las estadísticas hechas públicas hace unos días atrás ya muestran a @fabriCasarosa liderando los 20 principales influenciadores de las elecciones argentinas.
De acuerdo o no con las políticas de la actual gestión nacional, es innegable que en este paso han marcado el ritmo.
Néstor Kirchner supo reconocer con impecable olfato político el rol que jugarían las nuevas generaciones y les abrió el juego. Luego, algunos miembros de la guardia kirchnerista cedieron espacios entre sus filas, contra consejo y resquemores de muchos otros.
Ahora, mientras muchos más que aquellos se amontonan en el andén para no perder un tren que ya partió, el gran desafío es ver la evolución de esta fuerza reorganizada.
Las elecciones de Octubre están ganadas por el kirchnerismo desde el impacto que significaron las primarias. La prueba no es ya por la incidencia en los votantes o el grado de inserción de discurso de gestión. El gran salto es el futuro que se abre en torno al nuevo management político, a la doctrina desde otro lugar y a nuevas formas de vinculación como Open Government, las formas de gobierno que construyen otros puentes con la ciudadanía.
¿Cómo reaccionará la política ortodoxa, oficialista y opositora, a estos militantes que en más de muchos casos no ha pegado un afiche en un paredón en su vida, no ha cebado mates más que a un grupo de amigos o que no tiene ni tiempo ni ganas de perderse en eternas reuniones de unidades básicas, comités o sedes?
¿Cómo replicarán las fuerzas opositoras este avance? ¿Le buscarán una marca propia o lo desdeñarán como si realmente fuera un paso ajeno?
¿Cómo se redifinirá este espacio, probado exitoso, para mantener la innovación en otros espacios, como las gestiones municipales?
De seguro la administración de SumateaCristina.com tiene una mesa chica en la que se adoptan decisiones y planean estrategias, porque aunque sea ciberpolítica, todavía es política en pura esencia. Lo que convierte a esta red en fenómeno es que esa conducción todavía no es más importante que el movimiento en sí.
Esta revolución no tiene la impronta de un gran publicista, ni la ingeniería de un célebre consultor político. Reconoce a una líder, está claro, y admite un más allá con futuro al horizontalizar al resto.
De seguro la administración de SumateaCristina.com tiene una mesa chica en la que se adoptan decisiones y planean estrategias, porque aunque sea ciberpolítica, todavía es política en pura esencia. Lo que convierte a esta red en fenómeno es que esa conducción todavía no es más importante que el movimiento en sí.
Esta revolución no tiene la impronta de un gran publicista, ni la ingeniería de un célebre consultor político. Reconoce a una líder, está claro, y admite un más allá con futuro al horizontalizar al resto.
Esta revolución es de todos y hasta podría elegir la palabra “nuestra”. Nuestra como ciudadanos y como nueva generación. Su futuro está, más que nunca, en nuestras manos... cualquiera sea nuestra vereda.
Bs. As. 18:26, Septiembre 25, 2011 (ADS) - Escrito por Datasur
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